Las piernas de un hombre totalmente desnudo se retuercen junto a las de otra persona, también sin ropa, que permanece inmóvil. Esa escena es lo único que pudo captar una cámara de seguridad sobre un caso de canibalismo ocurrido en las calles de Miami.
El sujeto arrancó a mordiscos parte del rostro de un hombre, en lo que fue descrito como un ataque caníbal.
Al percatarse de la brutalidad de la escena, un oficial dispara en la pierna del agresor, que apenas se inmuta por un segundo para volver el rostro ensangrentado de su víctima.
Finalmente, el policía desenfunda y dispara hasta seis veces sobre la espalda del hombre desnudo que por fin cae abatido sobre el pavimento.
Es 2012 y la noticia da la vuelta al mundo: un “ataque zombie” conmociona a los Estados Unidos.
Los testigos narran horrorizados la escena mientras la policía y los servicios médicos intentan comprender el móvil del ataque.
La respuesta llega días más tarde: no se trataba de un muerto viviente, sino de un hombre bajo los poderosos efectos de las sales de baño, conocida como la “droga zombie“.
Conocida como Flakka, se trata de una nueva y potencialmente peligrosa droga sintética. Es el nombre corriente para alpha-PVP: un sintético muy potente que contiene catinona, que a su vez es un estimulante que produce sensación de euforia. Las catinonas sintéticas son una nueva variedad de fármacos callejeros de tipo anfetamínico, que comúnmente se conocen como “sales de baño“.
Este compuesto se asemeja a la metilenedioxipirovalerona (también conocido MDPV) tanto por su estructura química como por los efectos sobre el organismo. Mientras el consumo del ingrediente activo de las sales de baño es ilegal, el alfa-PVP sigue siendo legal en España. La flakka puede ser consumida oralmente, esnifada, fumada o inyectada.
La flakka simula los efectos de la cocaína y la metanfetamina con la ventaja de que es una droga mucho más barata, es por eso que la sustancia se ha vuelto tan popular entre los jóvenes universitarios.
Además también es 10 veces más poderosa que la cocaína. La euforia causada por la flakka es significativamente más potente de lo que uno podría sentir mediante una droga de origen natural como la cocaína.
Se sabe que la flakka puede aumentar la temperatura del cuerpo hasta los 40 grados, o incluso más. Una temperatura corporal extremadamente alta puede tener consecuencias nefastas: puede provocar daño renal o insuficiencia renal e incluso la muerte.
La droga sintética también puede elevar la presión arterial, que puede causar un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, aneurisma o insuficiencia cardíaca, según la Clínica Mayo.
Las personas que consumen flakka al principio se sienten eufóricas, altamente sociables, estimuladas, más centradas y tendrán un aumento del deseo sexual. Sin embargo, estos efectos desaparecerán rápidamente, haciendo que los usuarios quieran volver a consumir más de la droga.
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