
Por otro, estaba cansada tanto de los maltratos de su esposo, Deepak, como de su suegra, Suraj.
El problema se desencadenó cuando, cansada, Rekha decidió marcharse de su casa. El esposo le rogó que volviera para cuidar a su hija de 4 años. Ella aceptó a cambio de que él cocinara, le masajeara los pies y lavara la ropa.
Sin embargo, los suegros no aceptaron el arreglo que hizo el matrimonio, intentaron detenerlo e incluso acusaron a Rekha de tratar a su hijo como esclavo.
Es por esto que la mujer tomó la drástica y asquerosa decisión de vengarse orinando el té.
El hecho salió a la luz cuando la suegra, que admitió que no le gustaba el sabor de los tés que le preparaba su nuera, la sorprendió en el acto. «Un día fui a la cocina y la encontré orinando la tetera», confesó. La familia le inició un juicio y la pareja está viviendo a parte. (Especial El Intransigente)