Pedro, un chico murciano de 27 años, comparte en Facebook una historia que sorprende a mucha gente.
Cuando aparcó su moto en la calle, se le cayeron las llaves y nadie se dio cuenta, ni siquiera él mismo.
Cuando vio que no las tenía, horas más tarde, volvió a donde había aparcado su moto. Lo que se encontró allí lo dejó patidifuso.
Al acercarse a la zona donde tenía la moto, con esperanzas de encontrarlas por el suelo o los alrededores, lo que descubrió fue una nota.
“Cuando volví, me encontré con la nota y unos operarios de la construcción me dijeron que habían visto a un hombre coger las llaves”, comenta Pedro.
La nota decía así: “Hola, me llamo Paco.
Tengo las llaves de la moto. No te preocupes, estoy en la calle Comuneros hasta las 7 y vivo en Jesús Abandonado.”
Paco le podría haber robado la moto, ya que bien sabía cuál era, y tenía las llaves. Y haberla vendido y haberse sacado un dinerillo, o tal vez usarla como medio de transporte por la ciudad. Pero no lo hizo. Y esto toma más importancia si tenemos en cuenta que Paco no tiene hogar. Tras la crisis económica española, Paco perdió la empresa que tenía junto a su hermano y cuñado, y al no poder pagar la deuda, ahora vive en un albergue sobreviviendo como buenamente puede. Sin embargo, se negaba a aceptar dinero de Pedro cuando este fue a recoger sus llaves.
El gesto de Paco emocionó mucho a Pedro, que colgó una foto de la nota en Facebook, por la que ya tiene más de 16.000 me gusta.
Paco no se considera un héroe, el afirma que hizo “lo que podría haber hecho cualquiera en mi lugar. N
o me gustaría que me lo hicieran a mí y considero que hay que tener un poco de dignidad.”
El acto altruista de este indigente ha causado furor en la red, hasta el punto de que medios de comunicación locales se han hecho eco de la noticia.
La fundación Jesús Abandonado, donde Paco se cobija momentáneamente, ha facilitado un número de teléfono (968 34 50 01) para que todo interesado pueda ayudar a Paco de cualquier forma posible.
Porque Paco se merece un final feliz, ya que no todos ayudarían a un desconocido de forma desinteresada.
